02 Jul 2019
La Unión de la Energía: de la visión a la realidad
Europa ya es líder mundial en la lucha contra el cambio climático. Las políticas europeas aplicadas en los últimos cinco años en todos los ámbitos políticos han puesto a la UE en el buen camino para adoptar plenamente la transición a la energía limpia, aprovechar las oportunidades económicas que ofrece, generar crecimiento y empleo y crear un entorno más saludable para los consumidores.
El cuarto informe sobre el estado de la Unión de la Energía, adoptado el martes 9 de abril, pone de manifiesto que la Comisión ha plasmado plenamente su visión de una estrategia de la Unión de la Energía que garantiza una energía accesible, asequible, segura, competitiva y sostenible para todos los europeos.
Además de modernizar la política europea de clima y energía, la Unión de la Energía impulsa la transición de la economía europea hacia una energía limpia en sectores clave, en consonancia con los compromisos contraídos en el marco del Acuerdo de París y garantizando una transición socialmente justa. Construir una Unión de la Energía resiliente, dotada de una política de clima y energía con visión de futuro, ha sido una de las prioridades políticas de la Comisión Juncker. El informe va acompañado de dos documentos que muestran lo que se ha avanzado en energías renovables y en eficiencia energética.
La Unión de la Energía ha reforzado el mercado interior de la energía y aumentado la seguridad energética de la Unión gracias a nuevas infraestructuras inteligentes (también transfronterizas), un nuevo diseño de mercado más avanzado y un mecanismo de cooperación solidaria entre Estados miembros para responder a posibles crisis de una manera más eficaz y eficiente.
Como ha subrayado la Comisión en su Comunicación «Un planeta limpio para todos», la transición energética requiere una transformación económica y social global en la que participen todos los sectores de la economía y la sociedad, a fin de conseguir la transición a la neutralidad climática de aquí a 2050. El marco de la Unión de la Energía pone a Europa en camino hacia una economía próspera, moderna, competitiva y climáticamente neutra.
La Comisión Juncker ha establecido un nuevo marco legislativo para la Unión de la Energía. El marco legislativo actualizado ha permitido a la Unión mantener su liderazgo en la acción por el clima aumentando su nivel de ambición para 2030 en sectores relacionados con la energía: desde los objetivos más exigentes en materia de energía renovable y eficiencia energética, hasta los relativos a las emisiones de turismos, furgonetas y camiones. Además del nuevo marco legislativo, la Comisión ha establecido varias medidas de apoyo para garantizar una transición fluida de las industrias, regiones y ciudades europeas. Varias iniciativas específicas garantizan que las regiones y los ciudadanos se beneficien por igual de la transición energética. Una de ellas es la alianza europea de las baterías. Este sector ha sido identificado como cadena de valor estratégica para la Unión en el contexto de una estrategia de política industrial reforzada. El informe de la Unión de la Energía va también acompañado de un informe específico sobre la aplicación del plan de acción estratégico para las baterías.
Una segunda comunicación publicada «Una toma de decisiones más eficiente y democrática en la política energética y climática de la UE» pide reforzar la responsabilidad democrática del proceso de toma de decisiones en el marco del Tratado Euratom. La Comisión creará un grupo de expertos de alto nivel para evaluar la situación respecto del Tratado Euratom con vistas a considerar la forma en que podría mejorarse su rendición de cuentas democrática sobre la base del Tratado actual.
En la misma comunicación, la Comisión pide al Parlamento Europeo y al Consejo que estudien cómo la fiscalidad de la energía puede contribuir a alcanzar mejor los objetivos de la política de clima y energía, y de qué manera el recurso a la toma de decisiones mediante votación por mayoría cualificada de los Estados miembros puede contribuir a desbloquear el avance al respecto. Este planteamiento se apoya en el plan rector de la Comisión por una transición gradual hacia un proceso decisorio mediante votación por mayoría cualificada en todos los ámbitos de la política fiscal, hecho público en enero.